El pasado sábado 2 de Octubre, fuimos con Francisco y Amparo a correr la primera edición de la Carrera Verde de Soria. Con un día expléndido y una temperatura ideal para correr, llegamos a la Comandancia de la Guardia Civil de Soria, lugar de inicio de la prueba que, como se ve en la camiseta con la que corrimos, estaba organizada por y para la Benemérita, coincidiendo con la celebración de San Saturio, día grande de las las Fiestas Patronales de Soria.
Participamos más de 200 corredores. El circuito, de 10 km., era en línea, terminando en el Valonsadero, que a tan sólo 8 kilómetros del centro urbano, es uno de los lugares más queridos por todos los habitantes de Soria, el jardín de los sorianos. Tiene 3.000 hectáreas de extensión, con magníficas praderas salpicadas por florecillas, rocas areniscas y un hermoso pinar. Al lado, como un barco anclado, se encuentra el Pico Frentes, que parecía controlar majestuosamente el paso de la carrera. Ésta, con un perfil que empezaba con 2 o 3 kilómetros en ligera subida, para acabar los últimos 6 cuesta abajo, era ideal para conseguir muy buenos tiempos en meta. Prácticamente toda la carrera trascurría por un carril bici (también de color verde, mira tú por donde), que a partir del tercer kilómetro discurría entre la flora y la fauna de la zona, con enormes y olorosas muestras del paso de la fauna bovina.
Además del perfil, hubo otros factores que se aliaron para conseguir tan buenos tiempos, por lo menos por mi parte, entre los que destaca el hecho de que, inconscientemente, cuando volvía la vista atras, veía a casi un centenar de miembros de la Guardia Civil corriendo desaforadamente e intentando alcanzarme, lo que hacía que a pesar de tener la conciencia tranquila (bueno, casi), mis piernas se aceleraran como no lo habían hecho nunca.
En meta Francisco, a pesar de salir de una lesión, y con un tiempo de 35'48" consiguó llegar en 9º lugar, quedándo asimismo el 2º en la categoría de Veteranos. Yo por mi parte, también conseguí quedar segundo: en mi caso fuí el segundo más viejo que terminó la carrera, con un tiempo de 43'29".
Después hubo paella, kalimotxo y dulces en una comida celebrada en la misma línea de meta. Allí coincidimos con Abel Antón, con el que compartimos viandas y fotos, y que nos ha prometido prepararnos un circuito de unos 20 kilómetros y venirse a entrenar con nosotros un domingo por el Valonsadero. Sería bonito prepararlo para primavera, después del Maratón de Barcelona, subir en autobús y quedarnos a comer todos allí depues del entrenamiento.
Maribel y Amparo ya están trabajando en ello.
Participamos más de 200 corredores. El circuito, de 10 km., era en línea, terminando en el Valonsadero, que a tan sólo 8 kilómetros del centro urbano, es uno de los lugares más queridos por todos los habitantes de Soria, el jardín de los sorianos. Tiene 3.000 hectáreas de extensión, con magníficas praderas salpicadas por florecillas, rocas areniscas y un hermoso pinar. Al lado, como un barco anclado, se encuentra el Pico Frentes, que parecía controlar majestuosamente el paso de la carrera. Ésta, con un perfil que empezaba con 2 o 3 kilómetros en ligera subida, para acabar los últimos 6 cuesta abajo, era ideal para conseguir muy buenos tiempos en meta. Prácticamente toda la carrera trascurría por un carril bici (también de color verde, mira tú por donde), que a partir del tercer kilómetro discurría entre la flora y la fauna de la zona, con enormes y olorosas muestras del paso de la fauna bovina.
Además del perfil, hubo otros factores que se aliaron para conseguir tan buenos tiempos, por lo menos por mi parte, entre los que destaca el hecho de que, inconscientemente, cuando volvía la vista atras, veía a casi un centenar de miembros de la Guardia Civil corriendo desaforadamente e intentando alcanzarme, lo que hacía que a pesar de tener la conciencia tranquila (bueno, casi), mis piernas se aceleraran como no lo habían hecho nunca.
En meta Francisco, a pesar de salir de una lesión, y con un tiempo de 35'48" consiguó llegar en 9º lugar, quedándo asimismo el 2º en la categoría de Veteranos. Yo por mi parte, también conseguí quedar segundo: en mi caso fuí el segundo más viejo que terminó la carrera, con un tiempo de 43'29".
Después hubo paella, kalimotxo y dulces en una comida celebrada en la misma línea de meta. Allí coincidimos con Abel Antón, con el que compartimos viandas y fotos, y que nos ha prometido prepararnos un circuito de unos 20 kilómetros y venirse a entrenar con nosotros un domingo por el Valonsadero. Sería bonito prepararlo para primavera, después del Maratón de Barcelona, subir en autobús y quedarnos a comer todos allí depues del entrenamiento.
Maribel y Amparo ya están trabajando en ello.
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