25 de agosto de 2011

Estoy empapado

Todavía permanece en el aire el aroma a cirio e incienso que ha dejado por aquí ese viejo nazi miembro de las Juventudes Hitlerianas y ahora reconvertido en pastor de almas, que tal vez echando de menos esos tiempos en los que desfilaba brazo en alto, ha querido darse un baño de masas que le recuerde esa epoca gloriosa.

El líder de esa antigua secta escindida del judaismo conocida como católica y (dudosamente) cristiana, que aún gobierna el último país medieval de Europa, el representante de uno de los pocos estados que quedan en el mundo que todavía no han firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos (“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos…”), que tiene pendiente de ratificación convenios de Naciones Unidas como la supresión de la discriminación basada en la sexualidad, en la enseñanza, en el empleo, en la profesión, el de protección de los pueblos indígenas, de los derechos de los trabajadores, de los derechos de las mujeres, contra los genocidios, contra los crímenes de guerra, contra los crímenes contra la humanidad, contra el apartheid, por la supresión de la esclavitud, por la supresión de los trabajos forzados, por la supresión de la tortura, y por la supresión de la pena de muerte, entre otros, nos ha visitado.

Ha venido para que le paguemos una carísima campaña de publicidad entre los jóvenes, porque los seminarios se le han quedado vacios y ve peligrar la continuidad de su negocio.

Y aquí nos ha quedado en el ambiente la doctrina de un jefe de estado que ha aprovechado nuestra amable invitación, a gastos pagados, para opinar sobre nuestra moralidad y dudar de nuestra capacidad intelectual.

Seguro que la pertinaz escasez de borricos le ha impedido desplazarse en uno de ellos, como hacía el fundador de su secta. Tiene que serle muy duro tener que faltar tan a menudo por este y otros motivos a su voto de pobreza.

Nunca tan buenos siervos, tuvieron tan mal señor.

¡Joder! ¡Estoy empapado!

No hay comentarios:

Publicar un comentario