24 de noviembre de 2010

Paradiña

No sé a vosotros, pero a mí la cara y la forma de correr del dorsal 4525 me recuerdan a alguien que, ahora que lo pienso, tal vez dejó los maratones por la vergüenza que pasó en semejantes circunstancias. Desde luego, a mí me pasa algo parecido y no vuelvo a aparecer por allí.


Estas imágenes de abajo son para ver si definitivamente aprendemos a comportarnos en las carreras y sobre todo en las salidas, que siempre damos la nota.


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