Este fin de semana lo hemos pasado en Zaragoza acompañando a los ocho compañeros del Club que corrían en el Maratón. La tarde del sábado la pasamos de visita turística disfrutando de un tiempo muy agradable que desgraciadamente a la mañana siguiente se estropeó. Cenamos unas buenas pizzas y nos fuimos temprano a la cama a la espera de lo que nos deparara el cercano domingo.
Amaneció todavía con buen tiempo, que se fue estropeando poco a poco con nubes y un cierzo (que no quiso faltar una vez más a la cita) que impidió que en la carrera se hicieran buenas marcas. Todos los etíopes, unos ocho según contamos, se fueron unos diez minutos por encima de su marca prevista e incluso varios tuvieron que abandonar, lo que le da más valor a las marcas obtenidas por nuestros corredores.
En la salida encontramos a dos buenos amigos: Salvador, que no pensaba correr, pero al que le dieron un dorsal a traición, y Alfredo que dudaba entre correr o hacer de periodista con su flamante pase de prensa, aunque al final tomó la salida.
Con buen humor y huyendo de las obras del tranvía, nos encontramos todos en el paseo minutos antes de darse la salida:
A destacar el buen nombre y la fama conseguidos en sus correrías por alguno de nuestros atletas (que no voy a nombrar) y al que nada más aparecer se le echaron encima todos los medios de comunicación a la búsqueda de declaraciones, muy interesados por los pormenores del Comando Bejanque.
El circuito era casi totalmente llano, si exceptuamos el paso de los puentes sobre el Ebro, y discurría al principio por las zonas más céntricas y monumentales de la ciudad: Paseo Independencia, Plaza del Pilar, Cesáreo Alierta, etc. para cruzar a partir del kilómetro 17 a la margen izquierdo del río, donde, entre las grandes Avenidas y la zona de la Expo, el cierzo hizo acto de presencia incrementando exponencialmente el esfuerzo y el sufrimiento de los corredores.
Por parte de los nuestros, sólo Julian sufrió un percance en forma de contractura, que le hizo abandonar en el kilómetro 28. Los tiempos de cada cual están en esta dirección (al no saberme los apellidos de todos he preferido no poner ninguno). Sólo destacar que Francisco consiguió bajar de las 3 horas a pesar del viento y que todos terminaron en buenos tiempos y condiciones, en el orden que se ve a continuación:
Nuestra felicitación a todos, y ánimos a Julián, que seguro que en Barcelona se saca la espina. Allí espero estar con todos, pero esta vez corriendo.
Os dejo las fotos que hicimos durante la carrera, junto con las que me ha envíado Chena, y también os pongo un enlace con el álbum de Juan Pablo, en el que también hay un montón.
Y gracias de parte de los corredores a las animadoras, que se portaron maravillosamente animando. Así da gusto correr.
Como curiosidad esta foto tomada en la línea de meta y que demuestra que con fe y muchas ganas no hace falta gastarse mucho en zapatillas para correr un maratón, aunque se termine en 5 horas y media.
(Y un día de estos, si tengo tiempo, a ver si hago un vídeo con todas las fotos, que son casi cuatrocientas)
Amaneció todavía con buen tiempo, que se fue estropeando poco a poco con nubes y un cierzo (que no quiso faltar una vez más a la cita) que impidió que en la carrera se hicieran buenas marcas. Todos los etíopes, unos ocho según contamos, se fueron unos diez minutos por encima de su marca prevista e incluso varios tuvieron que abandonar, lo que le da más valor a las marcas obtenidas por nuestros corredores.
En la salida encontramos a dos buenos amigos: Salvador, que no pensaba correr, pero al que le dieron un dorsal a traición, y Alfredo que dudaba entre correr o hacer de periodista con su flamante pase de prensa, aunque al final tomó la salida.
Con buen humor y huyendo de las obras del tranvía, nos encontramos todos en el paseo minutos antes de darse la salida:
A destacar el buen nombre y la fama conseguidos en sus correrías por alguno de nuestros atletas (que no voy a nombrar) y al que nada más aparecer se le echaron encima todos los medios de comunicación a la búsqueda de declaraciones, muy interesados por los pormenores del Comando Bejanque.
El circuito era casi totalmente llano, si exceptuamos el paso de los puentes sobre el Ebro, y discurría al principio por las zonas más céntricas y monumentales de la ciudad: Paseo Independencia, Plaza del Pilar, Cesáreo Alierta, etc. para cruzar a partir del kilómetro 17 a la margen izquierdo del río, donde, entre las grandes Avenidas y la zona de la Expo, el cierzo hizo acto de presencia incrementando exponencialmente el esfuerzo y el sufrimiento de los corredores.
Por parte de los nuestros, sólo Julian sufrió un percance en forma de contractura, que le hizo abandonar en el kilómetro 28. Los tiempos de cada cual están en esta dirección (al no saberme los apellidos de todos he preferido no poner ninguno). Sólo destacar que Francisco consiguió bajar de las 3 horas a pesar del viento y que todos terminaron en buenos tiempos y condiciones, en el orden que se ve a continuación:
Nuestra felicitación a todos, y ánimos a Julián, que seguro que en Barcelona se saca la espina. Allí espero estar con todos, pero esta vez corriendo.
Os dejo las fotos que hicimos durante la carrera, junto con las que me ha envíado Chena, y también os pongo un enlace con el álbum de Juan Pablo, en el que también hay un montón.
Y gracias de parte de los corredores a las animadoras, que se portaron maravillosamente animando. Así da gusto correr.
Como curiosidad esta foto tomada en la línea de meta y que demuestra que con fe y muchas ganas no hace falta gastarse mucho en zapatillas para correr un maratón, aunque se termine en 5 horas y media.
(Y un día de estos, si tengo tiempo, a ver si hago un vídeo con todas las fotos, que son casi cuatrocientas)
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